El término “Salud” tiene un significado sumamente amplio de lo que significa “sentirse bien” y que es mucho más abarcativo que la expresión “no sufrir de algún tipo enfermedad”. No obstante, tiende a olvidarse que la salud mental constituye una parte integral del “sentirse bien”, por ende, cuando se reclama el derecho a la salud, con sus elementos de atención pertinente y adecuada de la salud física y mental y de los determinantes que le subyacen (educación, entre otros), no hemos considerado de antemano el derecho a la salud mental.
 
La Organización Mundial de la Salud define el término “salud” de la siguiente manera: “Estado de completo bienestar mental, físico y social, y no meramente la ausencia de enfermedad o
dolencia” (OMS, año 1946).
 
Al asumir como valedera esta definición, de forma tácita estaríamos aceptando que el estado mental también es parte de la evaluación del estado de salud de toda persona. Puesto que no se puede ostentar un nivel óptimo de salud y a la vez un deficitario estado mental. Por consiguiente, la definición de salud mental está implícita dentro del concepto de salud y además como una cuestión indisociable. La definición de salud debe entenderse siempre dentro de un sentido amplio y absoluto.
El término salud abarca un concepto dinámico, que se encuentra relacionado a las condiciones de vida, a los descubrimientos y progresos científicos así como a la evolución de la cultura.
 
Así pues, las actitudes de las personas en cuanto a la salud, han ido variando conforme se van presentando cambios en los valores sociales. Tales permitieron que el concepto no solamente se enfoque en lo curativo del pasado, en el presente se consideran también el entorno, los agentes de riesgo, los estilos de vida, la educación sanitaria y todo aquello que sea de ayuda a su promoción, impulso y prevención.
 
No se puede asumir a la salud como un valor total sino más biencomo un valor relativo, sujeto a distintas contingencias.
El concepto de salud debe entenderse como aquel equilibrio que existe entre el ser humano y su entorno, como una forma de vivir que promueva el desarrollo de la potencialidad humana, que posibilite el goce pleno y armonioso de sus facultades, para poder disfrutar de un bienestar personal y para participar en el desarrollo y crecimiento común.
 
Extracto: Diplomado en Salud Mental y Psiquiátrica