Es oportuno mencionar que el coste de adquirir un nuevo cliente resulta ser tres o cuatro
veces mayor que el recuperar a uno que ya lo fue.
Sin embargo, durante mucho tiempo,
las empresas han destinado gran parte de los recursos humanos y tecnológicos hacia la
captación de nuevos clientes en detrimento de su retención.
Las principales razones de la
despreocupación empresarial por la gestión de un correcto programa de mantenimiento y
recuperación de los clientes son las siguientes:
•Presión por el Presupuesto: La urgencias del día a día, en ocasiones no permiten dedicarle mucho tiempo a la reflexión. Así, la pérdida de un cliente no tiende a analizarse, siendo rápidamente reemplazado por otro. Hay que decir que esta filosofía de actuación olvida que es más fácil conocer las necesidades de los clientes perdidos, que resultan más accesibles y es más fácil recuperar su sentimiento de lealtad.
•Falta de orientación hacia la Venta Relacional: La empresa carece de una cultura orientada hacia el mantenimiento y relación con los clientes. En estos casos se mantiene sumida en una especie de miopía de marketing, en la que antepone la venta del producto por encima de todo.
•Inexistencia de una buena Base de datos de los Clientes (CRM): Muchas empresas no han desarrollado una plataforma informática que les permite identificar y conocer a sus clientes, así como detectar las pérdidas y sus causas.