En el proceso de coaching interactúan dos personas; uno es el coach o entrenador, persona que quien instruye, forma o guía a la persona que está siendo orientada para mejorar en el desempeño de sus funciones. El otro es el coacheé o la persona que se encuentra bajo su entrenamiento, quien recibe los conocimientos y las competencias que necesita para mejorar y alcanzar sus objetivos y metas. Este proceso tiene una determinada duración y se fundamenta en una demanda explícita por parte del coacheé.
Por un lado, el entrenador se compromete con su entrenado en una alianza de colaboración, se fijan objetivos concretos y diseñando un plan de acción que les permita alcanzarlos dentro de los plazos establecidos. Dicho plan fijará una serie de encuentros entre los intervinientes que permitan conseguir la finalidad prevista, acompañado de otro conjunto de actividades destinadas a mejorar aspectos concretos de la persona en entrenamiento.
Para la efectividad del coaching influye el tipo de relación que se establezca y se requiere que esté basada en la confianza entre ambos participantes, de esta forma, el coach puede ser, no solo un director del entrenamiento de coacheé, sino también un consultor que le ayude a innovar en los procedimientos. Para mejorar la productividad del proceso, el entrenador debe tener un conocimiento profundo del puesto de trabajo desarrollado por el entrenado y de la forma en que el puesto en mención se relaciona con los objetivos de la organización. Asimismo, el coach, ha de disponer de voluntad para comunicar, debe desear y ser capaz de compartir su información con el entrenado y estar dispuesto a tomarse el tiempo que requiere este esfuerzo.
👩💻 Para que el proceso sea exitoso tienen que verse reunidas cuatro condiciones previas:
✅ El cliente tiene que desear evolucionar y aceptar cuestionarse.
✅ El cliente tiene que estar convencido de la eficacia del coaching y creer en los beneficios del acompañamiento.
✅ El cliente debe tener una o varias demandas explícitas y precisas: Una cuestión inmediata y puntual que resolver, una demanda de la empresa, una competencia para adquirir, el acompañamiento en el cambio, una mejora de sus resultados o un cambio en sus relaciones, entre otros objetivos.
✅ Tiene que fluir una buena química entre cliente y coach, para que encajen el uno con el otro. El cliente tiene que sentirse en confianza con su coach.