Se cuenta con innumerables informaciones respecto al fracaso de los Líderes, cuando tales no pudieron controlar determinados desafíos, se dejaron conducir por las ambiciones, por el poder, o simplemente, no estuvieron atentos a su alcance. En tanto, los efectos que se presentan en el momento que pierden el control del poder se desvían de las metas las cuales favorecen a todos, pierden su rumbo; o sino, se dejan llevar por las ilusiones, se esclavizan y dan paso a un narcisismo que perjudica su imagen de líder.
Enseguida se presentan ciertos motivos que condujeron a diversos Líderes Gerenciales a fracasar, a caer en equivocaciones. Algunas de esas equivocaciones las menciona Abel Córtese; son las siguientes:
Egoísmo: Aquel Líder que reclama todo el honor por el trabajo de sus seguidores se encuentra condenado a ocasionar resentimientos. Lo contrario sucede con el verdadero líder, quien no exige un determinado honor; es más, disfruta con ver que los honores son para sus seguidores, pues tiene total conocimiento de que la mayoría de las personas trabajarán con mayor entusiasmo por los diversos reconocimientos y recomendaciones, y tan solamente por el dinero.
Expectativas de grati cación por lo que “saben” y no por lo que hacen con aquello que saben: En el mundo no se le paga a las personas por aquello que “saben” sino por lo que realizan, o por lo que impulsan a hacer a los demás.
Temor ante la competencia de los seguidores: Aquel Líder que se muestra temeroso de que uno de sus seguidores ocupe su puesto se encuentra casi condenado a ver cumplidos sus temores tarde o temprano. El Líder capaz es quien entrena a suplentes, en quienes pueda delegar, por propia voluntad, algún detalle de su posición; solamente de esa manera un Líder se podrá multiplicar y preparar para encontrarse en diversos lugares así como para prestar atención a diversas cosas a la vez.
Incapacidad para organizar detalles: Un Liderazgo e ciente precisa de contar con la capacidad de organizar y manejar los detalles. En ese sentido, un verdadero e indiscutible líder nunca está “muy ocupado” para llevar a cabo alguna tarea que se le pueda pedir en su posición de líder. Pues, en el momento que un persona, sea en su posición de líder o en su posición de asistente, acepta que se encuentra “muy ocupado” para cambiar de planes o para prestar atención a una acontecimiento de urgencia, está aceptando su total incompetencia.
El Líder de éxito tiene que ser aquel que controle la totalidad de detalles que estén vinculados con su posición. Quiere decir, obviamente, que deberá tener el hábito de relegar los detalles a asistentes que cuenten con gran capacidad.
Acentuar la “Autoridad” del Liderazgo. El Líder e ciente enseña a través del estímulo y no trata de atemorizar a sus seguidores. Aquel líder que pretende impresionar a sus seguidores con su “autoridad” pasa a ser parte de la categoría del “Liderazgo por la fuerza”. Situación distinta si un Líder lo es de verdad; éste no requerirá anunciarlo, a no ser a través de sus actos, ello signi ca, con su simpatía, comprensión y su gran sentido de la justicia; demostrando también, que sabe cual es su trabajo.
El poder del consumidor: Una fuerza transformadora en el mercado actual
En un mundo donde la información fluye a velocidades sin precedentes y las opciones de consumo se multiplican exponencialmente, el poder del consumidor se ha