Abundan las reflexiones filosóficas y teóricas sobre la enseñanza y la educación en general. Partiendo de estas consideraciones, presentamos una serie de recomendaciones prácticas basadas en la investigación en psicobiología y neurociencia cognitiva. Pueden utilizarse para mejorar el rendimiento académico de profesores y alumnos, independientemente de la asignatura, nivel o contexto educativo.
✅ Prepare el cerebro para aprender
- Duerma lo suficiente: Dormir hace que el cerebro esté listo para aprender, y dormir después de aprender fortalece el desarrollo del contenido de la memoria y la capacidad de recordar.
- Haga ejercicio con regularidad: La actividad física libera el factor de crecimiento BDNF, una proteína cerebral que aumenta la plasticidad o la capacidad de las neuronas para hacer las conexiones necesarias para el aprendizaje, también aumenta la cantidad de neuronas que se forman cada día
- Proporcionar información motivacional sobre el objeto de aprendizaje: En situaciones en las que las emociones juegan un papel o bajo estrés moderado, la activación de estructuras cerebrales como la amígdala y la liberación de hormonas como la adrenalina y los glucocorticoides en la sangre pueden facilitar el aprendizaje y la memoria.
- Entrene su memoria de trabajo una y otra vez: Materias como la filosofía o las matemáticas promueven este tipo de memoria, que está íntimamente relacionada con la inteligencia fluida, es decir, la capacidad de pensar y resolver nuevos problemas independientemente de los conocimientos previos.
- Guíe el aprendizaje a través de preguntas: Este enfoque motiva a los alumnos, centra su atención y los convierte en una especie de Sherlock Holmes, es decir, un detective o investigador que busca posibles respuestas a preguntas abiertas en cualquier fuente de información.
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