El modelo Shannon-Weaver es un modelo de comunicación clásico que describe este intercambio entre dos sistemas.
 
Compartir contenido con un grupo de personas es un elemento cada vez más importante en la comunicación actual. Ya sea en un grupo familiar de Whatsapp, en una publicación de Facebook o en una historia de Instagram: se trata de compartir un evento con muchos y conectarse con otros a través de la experiencia.
 
En SXSW 2018, la sesión “Si no la compartió, ¿sucedió?” Por Natalie Sun y Tim Leake se ocupó de la cuestión de cómo se pueden distribuir las historias hoy. Si bien la sesión se ocupó de la difusión consciente del contenido, la cuestión del título de la conferencia toca el nervio, incluso fuera de la comunicación comercial.
 
Compartimos públicamente micro-momentos de nuestra vida: un almuerzo, una picadura de mosquito, un estado emocional.
Y la comunicación de estas experiencias cambia las experiencias mismas. El “Tagraming de alimentos”, el compartir imágenes de comidas, se ha convertido en parte de la comida y ha cambiado cómo y qué comemos y cómo los restaurantes organizan la comida. Tomar fotos de los alimentos antes de comer ahora es tan parte de una visita al restaurante como una propina.